miércoles, 7 de noviembre de 2012

Las lentejas mágicas.


PERSONAJES:

Hada : Hierbabuena.
Niño : Pablo.
Ogro : Oculus.
Gato: Rastrero.

Había una vez hace mucho tiempo un bonito castillo donde vivía un hada madrina  llamada Hierbabuena  la cual cuidaba un niño llamado Pablo.

Pablo era un niño encantador, pero lo que más odiaba era comer guisos, sobretodo de lentejas.

Cerca del castillo  en lo alto de las colinas, en una vieja casucha, vivía Oculus un malvado Ogro  de un solo ojo, feo y agresivo el cual siempre iba acompañado de su fiel gato Rastrero, ambos  tenían  como principal objetivo apoderarse del bonito castillo.
 
Para  ello ideó un maléfico plan. Consistía en enviar una gran plaga de plantas carnívoras para así asustar a los habitantes del castillo.

Una oscura noche Pablo se despertó con un ruido que venía de la ventana, se levantó y fue corriendo para ver que ocurría y vio como se acercaban unas enormes plantas carnívoras de afilados dientes y ojos desencajados. Pablo comenzó a gritar y llamaba desesperadamente a Hierbabuena, al escucharlo esta fue corriendo hacía su habitación.

Al ver lo que ocurría Hierbabuena pensó en buscar en su libro de pócimas una receta mágica para así eliminar a las plantas carnívoras del ogro Oculus.

Mientras tanto el gato Rastrero informó a Oculus de que sus plantas estaban siendo todo un éxito.

El hada hierbabuena se pasó toda la noche cocinando el guiso mágico de lentejas. Una vez que estaba listo a Hierbabuena se le ocurrió darle a las lentejas forma humana para que las plantas pensaran que eran Pablo y tenderles una trampa y eliminarlas.

A la mañana siguiente, puso en marcha  a su plan y colocó las lentejas con forma humana en cada una de las puertas del castillo... Las plantas carnívoras cayeron en la trampa y fueron corriendo a comerse a Pablo y murieron fulminadas hasta que desaparecieron todas.

El gato Rastrero al ver lo ocurrido fue rápidamente a comunicarle a su amigo el ogro Oculus lo ocurrido, su plan había fracasado. Fue así como Oculus junto con su amigo Rastrero, decidieron abandonar para siempre el lugar.

Desde ese momento Pablo comprendió la importancia de comer lentejas habitualmente.



Autoras:

Mª Jesús Sández González.
Lola Martínez Mejías.
Rosa Mª Fernández.

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